14 sept 2011

...menos azul y más negrura al agua pura sin color...

Hace poco estuve en Altamira, bueno en la réplica de la cueva, porque a la original no se puede entrar; y aluciné con lo que allí había, me quedé impresionado al ver qué y cómo se pintaba hace más de 13.000 años, y lo pongo con número porque me parece que así resalta más, 13.000 años! Al igual que en otros yacimientos, se representan animales, bisontes, ciervos, etc… dándoles una importancia impresionante, tanto de una manera mísitica como de una manera puramente alimenticia, pues los cazaban para poder subsistir. Hoy, 15.000 años después, en una época dominada por la tecnología, dónde somos capaces de hacer casi cualquier cosa que imaginemos, cuando más “orgullosos” nos sentimos de nuestra racionalidad, permitimos acontecimientos como el que ayer tuvo lugar.


No es porque sea un animal representativo de España, ni porque me guste la “fiesta nacional”, que no me gusta, pero desde pequeñito me ha fascinado el toro, lo he visto como un animal fuerte, que impone, pero sobretodo noble; he tenido muchas ocasiones en las que me he visto cara a cara frente a él y ni una sola he dudado de su nobleza. Como cualquier animal, vive de sus instintos, no se les puede culpar de ello, ni al toro ni a cualquier otro animal, porque no actúan racionalmente, el único animal que actúa asi, es el hombre, aunque he de reconocer que con cosas como las que se ven hoy en día, es para dudarlo…Porque yo dudo que 30.000 animales racionales (si, habéis leído bien, 30.000), asistan a Tordesillas a ver una matanza; no cabe en una mente racional una batalla de lanceros contra un solo ser vivo, y menos por placer; no, eso no es racional, podríamos hablar de racionalidad de mil maneras diferentes, pero ni una sólo se referiría a esto. No me vale que nos escudemos en la tradición, no nos equivoquemos, eso no es tradición, eso es asesinato y encima premeditado y con alevosía, por puro placer, no más. Hay muchas tradiciones, empezando por esa “fiesta nacional”, que te puede gustar o no, si bien es cierto que a mí no me gusta, la veo un poco más equilibrada, por decirlo de alguna manera (porque ni picadores ni banderilleros, la hace justa), puesto que se bate torero y toro, con el final que ya sabemos, uno muere seguro, y el otro, pues si tiene suerte se va de rositas, jugando con la nobleza del animal. Es una manera de hacer sufrir al animal para luego matarlo, y hay quien justifica el acto diciendo que es para lo que nacen, que viven muy bien hasta ese momento, que el animal sufre poco, habría que preguntarles cuánto es sufrir poco, si el sufrimiento lleva el dolor. Pero el Toro de la Vega, es una batalla en la que un grupo de ¿10?, ¿50?, ¿100?, ¿500? lanceros, me da igual cuántos, dan muerte a un toro, es un combate a muerte en el que predomina la desigualdad, en el que manda la destreza de dar muerte y al que lo consigue se le da un...¿trofeo? o ¿su trofeo es dar muerte? No lo se ni me importa, lo que me importa es que aún se permitan semejantes barbaries; al principio de este post hablé de las pinturas prehistóricas, ¿os habéis fijado que se hace lo mismo que se representaba en ellas?, con una salvedad, que en esa época, lo hacíamos por el instinto de comer y sobrevivir, pero actualmente se hace por placer…

Estoy triste...

¿Racionales?