25 abr 2013

Regaré, sin querer, con silencio de estrellas tu cuarto..

Hay días, en los que desde el principio te vienen mal dadas, tu mente no encuentra el positivismo habitual, y las cosas que suceden a tu alrededor, no ayudan en nada. Días en los que, por lo que sea, tu cabeza no consigue ver más que todo aquello que falta, que te gustaría haber oído, que te gustaría haber tenido o que pensabas que podía haber pasado; son días en los que la sensación de soledad es una constante, donde cuando miras a tu alrededor, no te gusta nada de lo que ves, de lo que sientes o de lo que te dicen; nada. 


Sientes que los castillos son de arena y una ola los derrumba, tu inseguridad se dispara hacia la desesperación, sin siquiera poder llorar, por no mostrar a nadie tu estado, ni joder a nadie sus momentos, son esos los días en que piensas que era mejor no haber salido de tu nido, porque no vas a poder aportar nada al mundo, puesto que no eres nada para el mundo. 

Te das cuenta de todo lo que no tienes y lo añoras y lo anhelas...



...y que te sobra todo lo que va después...