17 oct 2008

Siempre confié en ti, ahora me siento solo...

Muchos de vosotros los tendréis en casa, en el chalet, en el campo, donde sea; pero alguna vez os habéis parado a pensar, lo que piensan, lo que sienten? Abrir la puerta y venir a recibirte, agitando su cola, como diciendo “ya estás aquí, ya era hora!...me acaricias??” y ver su alegría, sus ganas de estar contigo, de que lo sobes, lo acaricies, juegues con él; cómo no se puede apreciar a un ser, que tan sólo transmite bondad, que en cada mirada te dice “cuídame”.



Son listos, más de lo que pensamos, mucho más de lo que les enseñamos, capaces de conseguir lo que pueden necesitar, y a veces peligrosos, pero como las personas en la vida, no veo su maldad mas que reflejada en su educación (que NO adiestramiento), dicen que pueden ser agresivos, peligrosos, pero la pregunta que habría que formular es, ¿y cómo lo has educado? Siempre he pensado que las personas no nacen, se hacen y ellos, como nosotros, también.



Hasta viendo las razas más peligrosas bien educadas te das cuenta de que su mirada es la misma, no hay odio en ella. Porqué hay quien insiste en verlos peligrosos, en atribuirles cualidades de riesgo, donde no las hay si no se crean; viven por nosotros, son agradecimiento puro a nuestro afecto hacia ellos, nos ven como jefes, nos creen perfectos, aunque nos enfademos o les riñamos, saben que no les queremos hacer daño, porque sienten cómo nosotros los apreciamos, y nos devuelven ese aprecio. En nuestras penas, ellos nos consuelan, en nuestras lágrimas ellos nos susurran “no estás solo”, en nuestras alegrías gritan junto a nosotros y en nuestra tristeza, son capaces de encontrar nuestra sonrisa …eso no se enseña, eso ellos ya lo saben…





¿Pero entonces porqué? ¿Porque? ¿Cómo puede ser posible? ¿Qué lo has dejado? ¿Dónde está? ¿Antes estaba y ahora? ¿Qué va a ser de él? ¿Cómo has podido, cómo te atreves?¿Y quién coño responde a esas preguntas, quién tiene el valor? ¿Quién te crees que eres? ¿quién es el irracional?





Y aún te aprecian tanto que los hay que consiguen volver a casa, sólo por ver tu estúpida cara...de... ¿Felicidad?



...me dejaste tirado, llorando tu ausencia y te fuiste...