Por lo general, es bastante
complicado, por no decir casi imposible, encontrar palabras para describir la
mayoría de los sentimientos, por tanto no creo que nadie que lea esto, sea
capaz de sentir ni la mitad de lo que he sentido yo este fin de semana; cierto
es, que la moqueta parecía algo mejor de lo que en realidad fue, que resbalaba
y se despegaba, que quizá la megafonía estuvo demasiado alta por momentos, que
volvió a faltar luz para sacar las fotos que se merecía el evento y que se nos
tiró del ring como si fuéramos unos “don nadie” y todo esto es una falta de
respeto hacia mucha gente que se pasa el año viajando y compitiendo, para
llegar a disfrutar de un fin de semana como el pasado.
Pero no quiero hablar de las
cosas malas, eso ya se esta haciendo y se seguirá reivindicando…quiero hablaros
de sentimientos, de los de alguien que no es nadie en este mundillo del
Agility, pero que forma parte de él y disfruta de este maravilloso Deporte.
Porque ver las gradas repletas de diferentes colores y banderas, tinta el
ambiente y embellece el pabellón; porque
veros a todos aplaudir a rabiar a quien sea, sin importar de dónde sea, os
dignifica; pero sobretodo ¿os habéis parado a pensar en lo que habéis disfrutado?
Llegar al pabellón y veros saludaros unos a otros, entre sonrisas, por el
tiempo que lleváis sin veros y el aprecio que os tenéis, es algo que hace que
se te alegre el día, abrazos, besos, carcajadas…son cosas que sin daros cuenta
os regaláis unos a otros y que alimentan vuestro espíritu, como pocas cosas
hacen en la vida. Pero además de eso, veros a todos (o la inmensa mayoría) esa
complicidad y concentración con vuestro compañero, es algo que no se puede
explicar, me siento orgulloso de pertenecer a un Deporte en el que el perro se
siente útil y sobretodo Feliz, ver sus ganas por complacernos, hace que, aunque
a muchos les pese, seamos la envidia de los que nos han estado rodeando todo el
fin de semana. El no participar me ha permitido moverme entre todos vosotros,
compartir vuestras alegrías y vuestras decepciones, he visto lágrimas de emoción,
de tristeza, de dolor y de alegría, y todo eso me hace sentirme tremendamente
afortunado de poder compartir este Deporte con todas y cada una de las personas
que estabais en las gradas, amigos con los que he cruzado palabras, guiños,
sonrisas, abrazos y besos y aquellos que con solo miraros me habéis transmitido
cosas increíbles…
Y qué decir de MIS EQUIPOS…porque
pertenezco a uno, pero me siento integrante de dos. Sois los que compartís mi
tiempo, mis alegrías y mis decepciones, los que me hacéis vibrar como si estuviera
yo mismo en pista, porque viéndoos habéis conseguido hacerme llorar de emoción,
saltar de alegría y rabiar por los errores, pero por encima de todo habéis
conseguido traspasar las barreras del mundo del Agility hasta impregnar las
palabras Amistad y Cariño, en cada una de las gotas de mi sangre y la de mis
perras; porque dais sentido a que yo luche por ser mejor, como competidor y sobretodo
como persona, porque tenéis la capacidad de hacerme sacar la mejor de mis
sonrisas, y andar por el mundo orgulloso de compartir este Deporte y esta vida
con gente como vosotros.
Ojalá el año que viene, pueda
estar en la arena (o el césped) para poder disfrutar además de lo que más me
gusta, de ella, porque si hay alguien que se merece un día más de felicidad en
pista, no soy yo…es ella, lucharé por conseguirlo.
...hay que volar libre al sol y al viento, repartiendo el amor que tengas dentro...
1 comentario:
no sé quién eres, pero me siento totalmente identificada con lo que has escrito, yo tampoco competí, pero estuve en la grada y disfruté muchísimo!!
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